Mi ciudad de la alegria

Hasari Pal hace sonar su campanita en la esquina de Mirza Ghalib con Sudder St., mientras yo veo la mierda flotante que emana de los alcantarillados saturados que hoy se desbordan gracias al monzon...la lluvia lo inunda todo y los "hombres-caballo" (rickshaw wallahs) duplican su tarifa porque son los unicos capaces de cruzar sin asco las calles de un lado a otro. Con el agua hasta las rodillas y el "longui" completamente empapado, se contorsionan para evitar que sus clientes caigan del carrito por accidente y les dejen sin paga.
Mientras tanto, unos "babus" (ninos pequenos) juegan desnudos bajo la lluvia disfrutando simplemente como las gotas ruedan por sus cuerpecitos de barrigas hinchadas...hinchadas por el hambre, por la falta del "pan nuestro de cada dia".
Los cuervos estan de fiesta y cuales palomas de la Plaza de Armas, se dan un festin con lo que la lluvia les proporciona. Hoy les ha sido mas facil volar a ras del "rio monzonico" que escarbar entre la basura de la cuneta, donde descansan del calor infernal las "vacas sagradas" (y en este barrio musulman lo que mas hay son carnicerias!).
Entre la inmundicia (y yo que creia que el Mapocho era sucio...), aun resaltan los sarees de colores que las mujeres se arremangan para no mojar completamente. Los olores se mezclan y se cierran los carritos callejeros de "chai" (te con leche) y de "dosas" esperando que pase un poco la lluvia.
"Mother house, mother house", gritan los taxistas cuando ven a los voluntarios tratando de cruzar la calle...y hoy especialmente se agradece mirar el espectaculo detras de la ventana. Y aunque imposible de cruzar a pie, es el mismo camino que cada manana varios recorren a las 05:40 am para partir el dia orando con las "Hermanas de la Caridad" (y que otros recorremos a las 06:40 para llegar al desayuno despues de haber ganado 1 hora de sueno). Lejos del caos, los bocinazos y los ratones huyendo de sus casas inundadas, los ninos de Shanti Dan (uno de los hogares de las misioneras) esperan ansiosos a que lleguen las "aunty" a seguir repasando con ellos el abc. Y ellos, que hoy duermen la siesta en unas cunitas bien arropados, no hace mucho compartian con su familia un pedacito de suelo en alguno de los muchos slums y barrios de chabolas que colman esta ciudad llena de contrastes ilusorios.
Pero Calcuta (Kolkata) es definitivamente mas que la Madre Teresa y sus misioneras, que el puente de Howrah y los ghat del Hooghly (brazo del Ganges), que el New Market y la locura de los buses de Esplanade...es tambien la simpleza y la extrana especia hindi llamada "amor" que anaden los muditos del Tirupati a sus roasted potatos callejeros...es la ternura con la que "Vishnu" se tira a mis brazos cuando me ve llegar por las mananas, o la paz que recobra "Deepa" (que tiene como 10 anios y nacio ciega) cuando trato de recordar con ella "mi lindo globito de rojo color"...es el atardecer de colores florales del Victoria Memorial...es el saludo carinoso de los garzones del Jojo's...es la compania que sin importar el lugar de origen, todos los turistas-voluntarios-sonadores buscan y encuentran...es la Ciudad de la Alegria que tan bien describe Dominique Lapierre en su libro.
Y despues de la metamorfosis superada, el lento acostumbramiento al terrible calor humedo que empeora despues de la lluvia y de las peleas perdidas contra los mosquitos, que definitivamente gozan chupando mi sangre, me doy cuenta que me gusta esta ciudad y su gente... y comienzo a instalarme haciendo mas mia la pieza del tercer hotel que he conocido desde que llegue, grabo algunos telefonos de voluntarios en mi nuevo "mobile" que tiene los numeros en bengali y disfruto del placer culpable que me produce el increible browni con helado que venden en el sucucho de la esquina, mientras cruzo los dedos para que el tiempo aqui no se me pase volando.