Thursday, November 3, 2011

Música para el alma...gracias Fede!!


Han pasado hartos años desde que dejé las pistas como reportera de recitales (en lo que era unavuelta.com) y empecé a pagar, nuevamente, por las entradas, como cualquier mortal sin el provilegio del backstage o la primera fila. Desde entonces (a excepción de las pilas con las que volvi de Cosquin Rock 2011, que me llevaron al escueto brief de lo que fueron esos 3 días de rock a la vena y que publiqué en http://www.absurda.cl/cosquinrock11-2), no había tenido ganas de dármelas de reportera de nuevo. Pero lo que acaba de pasar hoy, amerita retomar la pluma y compartir con el quiera la oportunidad de escuchar esta música para el alma y desde el alma, que el gran Federico Wolf nos regala con su genialidad y extrema sensibilidad musical.

Ya lo mencioné en alguna de mis historias viajeras, pero es entretenido acordarse cómo llego el Fede a mi vida una mañana de invierno, cuando mimetizado con el olor a leña mojada del sur, el Larra dejó en mi velador "Margarita negra", el primer disco de este uruguayo que vive en Chile hace 8 años y que pocos conocen. "Es como Drexler", digo cuando me piden referencias...pero para serles sincera, a penas conozco el trabajo de su compatriota.

Tal vez mencionar que ganó el 2º lugar del Festival de Viña el 2004 para muchos no implique nada, pero sí que ha participado en la musicalización de varias teleseries y películas chilenas como "Machos" y "A un metro de ti"; y que ha compartido escenario con cantautores de la talla de Spinetta, Drexler e Ismael Serrano, entre otros grandes.

¿Pero qué lo hace tan especial? quizá esa sonrisa gigante que no se le borra nunca mientras canta, o la profunda y a la vez simple poesía de sus canciones cotidianas que hablan de amores, amigos, momentos y sueños..."sugerencias" para la vida como él mismo dice, sin mayores pretenciones. Quizás también el hecho de que al escucharlo trasmite olores y sabores, con un toque importante de nostalgia feliz (aunque suene paradójico). O tal vez el que sea un hombre orquesta de dulce voz, y no porque pase de su guitarra a los vientos, sino porque con sus cuerdas vocales emula trompetas, tambores y cuanto sonido adorne y rime con sus canciones y su guitarra de palo apañada.

Escuchar al Fede, además, es sorprenderse con un ramillete de músicos increíbles que a punta de mates y buena onda, han participado de este colectivo musical materializado en su segundo disco, "Señal", el que ayer presentó en el teatro de la Telefónica. Y todo conseguido a pulso y moviendo redes, porque este es un músico 100% independiente que graba en la casa de amigos y se nutre del cariño para poner en pie un show como el que nos regaló esta noche, que en un momento llegó a tener a 14 músicos en escena entre percusiones y batucada, guitarras, un tiple y charango, un tipo de flauta rarísima, teclado y nada más ni nada menos que voces como la de Magdalena Matthey y Joe Vasconcellos, acompañando con un berimbau y un triángulo (sí, el mismo triángulo que de seguro los hicieron tocar en el colegio y que no tiene ninguna gracia, pero que en manos de Joe suena completamente distinto).

Y si se acompaña además de historias y de explicaciones como las que gatillaron el nacimiento de La Tortuga Gigante (dedicada a su padre) o Predadores (con la interrogante de si Bin Laden de verdad está muerto), y una interacción sincera con el público, su público, que por ahora son más músicos y amigos de su mismo círculo (hasta el dueño de las Parrilladas la Uruguaya estaba haciendo patria); uno sale agradecido, emocionado, tocado por un show de gran calidad y humanidad, sincero, de gran nivel musical, contenido y amistad...porque finalmente este colectivo lo conforman amigos que comparten el amor por la música y el arte....y los mates que ofrece el Fede por supuesto.

Para mí es más que otro músico...fue mi mejor compañero de viaje y me declaro un "Vagamundo" representada completamente por su prosa..."Que vivan los corazones de oro y los cabezones erguidos", tal como me autografió en el disco, cual groupie, mientras me iba tarareando el coro de Esponja de luz..."Pudo escapase, liberarse, y así se limpió de todas las sombras, las broncas de su corazón".

NOTA: Si al menos les di curiosidad por saber quién es este personaje, lo podrán escuchar en un show más intimo el 15 de noviembre 2011 en el Thelonious de Bellavista, o fisgoneen http://www.myspace.com/federicowolf

Sunday, January 9, 2011

Woodstaco: en busca del palo blanco



Con mi hermana nos bajamos perdidas. El chofer no tenía idea de cual era el famoso "palo blanco" donde teníamos que bajarnos...al menos sabíamos que era antes de llegar a San Rafael, cerca de Talca. Con las mochilas puestas y una foto del mapa sacada en el celular que a penas se veía, empezamos a preguntar a los pocos locatarios y caminar en el rumbo que más nos tincaba...pero después de un rato, seguíamos perdidas. Cuando nos devolvíamos nos topamos con 4 locos igual de perdidos que nosotras. Resultó que venían en el mismo bus y se bajaron aún más lejos que nosotras y nos alcanzaron. Tampoco se conocían, pero las ganas de rockear nos unió a los 6...y seguimos caminando. Cruzar la línea del tren, correr a preguntarle a un huasito que andaba dando vueltas y seguir caminando. Ya estábamos en la ruta (a todo esto el famoso palo blanco era eso, un palo en mitad de la carretera...moderna la señalización!) por un camino de tierra hasta un porton abierto con un letrero enano de "Woodstaco", cuzamos 2 puentes y alguien nos indicó por donde seguir...saltamos un porton de madera y un cerco de alambre de púas...a todo esto ayudadas por los 4 galanes que terminaron siendo los compañeros de carrete perfectos. De pronto, el paisaje se abrió y dejó ver las carpas y los toldos que protegían el anfiteatro...habíamos llegado!

Woodstaco es un festival de rock que nació hace dos años y tiene lugar en los alrededores de Curicó, VII Región. Es una idea que nació entre un grupo de amigos fanáticos de la música que desde siempre soñaron con un evento que congregara a bandas chilenas de distintas latitudes del país, en un espacio de paz, solidaridad y comunión...y cómo yo no nos conocí antes!
Es como la versión chilena menos hippie y más rockabilly, sin dejar de lado la electrónica para los más psicodélicos. Este fue el tercer año que lo organizaban y decidieron lanzarse a la vida: 3 días de música ininterrumpida en 23 hectáreas, completamente gratis, 2 escenarios, un río cerca mega refrescante y toda la buena onda de los que aperraron y lograron llegar.

Instalamos la carpa, y después de un rato con un corderito al palo en la mano (que estaba super grasoso pero tenía buena pinta) y una chelita en la otra, empezaron a sumarse rockeros a la conversa, y no faltó la guitarra, el blues, y de pronto montones de armónicas afinadas en distintos tonos y un cuarteto en sol, donde cada uno le ponía de lo suyo. Lo choro es que en cualquier rincón y sin preámbulo, no faltaron los rockeros con poleras negras y sus Hammer dispuestas a sacar los mejores sonidos imprivisados del alma...nunca había visto tantas armónicas juntas!
Sólo Tumulto me sonaba dentro de la lista de bandas, pero hubo varios que sorprendieron con una buena dosis de blues pesado y rock (como Queltehues y Precipicio...estos últimos eran nuestros compañeros de ruta. Foxy Lady a nadie eso sí, serán regias pero no saben tocar).
Y cuando el rock guateaba, el punchi punchi con imágenes de Shiva y Parvati en el escenario daban paso al transe en el que es fácil caer si te logras conectar con la música, sobre todo si te toca una noche tan estrellada como aquella.

Volvimos a la carpa de día, y el sol en la cara interrumpió las pocas horas de sueño (para que mencionar que nuestra carpa era la única en mitad de la nada sin la sombra tan preciada de un árbol) pero nos recargó para seguir bacilando...el calor lo pasamos a la orilla de un río, con un melón con vino que corría de mano en mano para refrescarnos a todos y nuevamente, guitarras y armónicas (esta vez de los otros 2 acompañantes que encontramos en el camino), al son de improvisaciones reggae de "Maria Teresa y Danilo" y otras más bizarras.
Después de 2 días ya nos conocíamos todos (o más bien todos conocían a "las hermanas" jaja). A todo esto, a parte de la comida que llevamos, no gastamos nada! (es lo bueno de ser niña, yo y mi tachito en la mano que gracias a los asistentes nunca estuvo vacío).
Volver fue un poco más complicado, porque el bus no paraba en el palo blanco famoso y entre caminata y espera, terminé en un interurbano que paraba en todos los pueblos hasta Curicó, y de ahí a la realidad de Santiago nuevamente.

Definitivamente a Chile le esta faltando rock, o al menos espacios como este en que con un grupo bien organizado de rockeros y un par de buenos auspiciadores, se puede armar en mitad de la nada un evento para 800 personas, hasta con generadores eléctricos y hacer que todo el mundo bacile rock and rock all night!!

O seré yo la que nació en la época equivocada???