Friday, April 18, 2008

Sin comentarios


Entre el 58 y el 73 los vietnamitas estaban entretenidos construyendo túneles bajo la tierra para defenderse de ellos mismos y de los norteamericanos.
El sonido de cazabombarderos supersónicos como el F-111, el sobresaliente MiG-21 y la proliferación de AK-47 en manos de mujeres y niños en edad escolar, hacían que todo pareciera un juego... un juego dirigido por Ho Chi Min desde el norte (apoyado por sus hermanos mayores del bloque comunista, que habían aprendido a jugar con nuevos trucos durante la guerra fría) y esperando la replica de sus compatriotas que discutían nuevas estrategias en el sur, por supuesto bajo la iluminación divina de la doctrina Truman estadounidense.
Y así se la pasaron hasta el 75, cuando finalmente los del lado norte del tablero se comieron las piezas necesarias para ganar una estadía permanente en Saigon y el titulo de “reunificadores” de la patria.
Y aunque partió siendo un juego de pocos, los perdedores se estima que fueron entre 2 y 5,7 millones de personas que hasta el día de hoy sufren las consecuencias... porque aunque las tropas se fueron, dejaron un infiltrado que se hace llamar “Agent Orange”, cuya misión secreta es generar en los fetos de los veteranos de guerra una que otra malformación, para que nunca se olviden como se juega.
La cobertura del partido fue tan espectacular que a la mayoría se les olvido mirar lo que pasaba en la cancha de al lado, donde Pol Pot, capitán del equipo Khmer Rouge, jugaba al Exterminio sin nadie que le hiciera peso. Y desde el 17 de abril de 1975 fue ganando bases partiendo por Phnom Penh, donde elimino a todo el que pudiera aprender a jugar (porque si habían estudiado algo, de seguro les seria más fácil entender las reglas del juego, poniendo en riesgo su victoria inminente). Y así, en 4 años logró “exterminar” a casi de 3 millones de posibles contrincantes... una cuarta parte de la población de la época. Los 7 sobrevivientes que lograron quedar inmunes en la etapa S-21 (Tuol Sleng, donde les estiraban la lengua para confesar) relatan con terror las atrocidades e infracciones que el equipo de Pol Pot cometía con tal de salir victorioso.
Paradójicamente, cuando sus vecinos vietnamitas habían pasado la etapa final de su juego, se abrió la posibilidad de revancha e invadieron Cambodia en el 78, trayendo con esto la liberación del régimen maoista al comenzar el último tiempo del partido.
Hoy, tras 30 años de descanso, ninguno de los 2 países ha logrado reponerse de la derrota, especialmente Cambodia que esta a años luz del desarrollo actual de Vietnam.
Y es que por más cliché que suene, en el juego de la guerra no hay ganadores.

2 comments:

Ghis said...

Panchita, hasta cuándo nos tienes sin noticias??? Queremos ver fotos nuevas y leer tus aventuras!

xxxxx said...

Alguna actualización????
Veo que la Ghis me ganó el quién viven con la pregunta jejejeje