Monday, March 8, 2010

Cuando se mueve la tierra

Me acuerdo que despues de un rato mi mama me agarro del brazo y partimos donde el vecino, que tenia un patio grande, y con una hamaca improvisada, un par de mantas y una radio a pilas, esperamos literalmente a que la tierra se calmara mientras rezabamos para que la alerta de tsunami no fuera cierta. Yo tenia casi 4 años y a mi hermana le quedaban algunos meses para nacer.
Al dia siguiente, cuando volvimos a la casa todo estaba en el suelo, las paredes partidas en 2 y todo lo que podia haberse quebrado, en mil pedacitos. Mi viejo venia viajando al Tabo cuando se estremecio la tierra y tuvimos que esperar hasta el otro dia para comunicarnos y saber que todos estábamos bien...yo de lo que recuerdo estaba aterrada, sin entender muy bien por qué pasaban estas cosas. En Santiago mi casa era de madera y resistió bastante bien el movimiento, aunque la pared que nos separaba del vecino estaba en el suelo. Como nos permitía cambiarnos de casa con mi amigo de al lado, jugábamos felices entre las ruinas hasta que reconstruyeron la pared nuevamente...a esas alturas pensaba que el trauma había pasado.
Pero siempre le tuve miedo a los temblores, porque sabía que tarde o temprano se partiría nuevamente la tierra. Y aunque no soy fatalista, cuando tome la decisión de dar la vuelta al mundo me preocupaba el hecho de no estar cuando algo así pasara...

El sábado aquel bajé a desayunar tarde en el hostal que nos quedábamos, y me topé de casualidad a una chilena que me preguntó si había logrado comunicarme con Chile. Casi me muero cuando me dijo que había habido un terremoto de 8.8 esa madrugada...no sabía que hacer. La horrible sensación de estar lejos y no tener noticias, de no dimensionar la realidad, de no poder hacer nada...y estando tan cerca! (Buenos Aires queda ahí nomás considerando los lugares por los que anduve en el último año).
Y aunque gracias a internet supe que mi familia estaba bien, el hecho de saber que no volvería a Chile sino hasta 2 semanas después me tuvo y me tiene muy angustiada...pero que raro es como ocurren las cosas en esta vida. Si no hubiese estado en Argentina, no podría estar ahora en este curso de microfinanzas en Costa Rica, y por más que me empeñe en que yo debería estar en Chile ayudando a reconstruir el país, comienzo a pensar que tienen razón cuando me dicen que lo mejor es absorber todos los conocimientos que pueda y llevarlos luego a las 40.000 socias con las que trabajamos en mi institución. Pero es que no puedo dejar de pensar en que son justo ellas y ellos los más afectados, y yo aquí sólo leyendo mails que me hablan de lo desastrozo que fue y de la angustia que aún está en el aire.
Y que decir de nuestra isla Juan Fernandez querida...pensar que hace unos meses estábamos allá revolucionando el pueblo con nuestros cantos de quetzales y la alegría de todos los ruteros que se enamoraron de la isla. Comparar las fotos y ver que el tsunami se lo llevó todo es muy fuerte...y cómo no extrañar a Puntito, que debe estar en algún lugar del cielo con su sonrisa típica, mientras nosotros no entendemos cómo el mar que tanta vida les daba, arrasó con las ilusiones y las historias de 700 isleños.

(sigan el link sobre Puntito)
http://www.rutaquetzalbbva.com/TLRQ/index.php?id=50&no_cache=1&tx_ttnews[tt_news]=97&tx_ttnews[backPid]=40&cHash=bcb10ba7d9

Es difícil, y no se cómo explicar la impotencia que siento...mi país está devastado y si no fuera por el tipo de construcciones que hemos levantado con el tiempo, dada la magnitud del terremoto (que fue más fuerte que el de Haití) las consecuencias serían aún más lamentables.

En fin, necesitaba compartir estas reflexiones y juntar a la vez fuerzas para volver y encontrarme de frente con el desastre, saltarme el shock y agarrar con las 2 manos la pala, porque hay que levantar el país como ya lo están haciendo el Gobierno y miles de chilenos que no pierden ni un minuto cuando de solidaridad se trata...sin duda queda mucho por hacer.

2 comments:

Anna said...

Mi preciosa princesa, siento las penas que estáis pasando en Chile, leí el artículo de Puntito en La Vanguardia, que pena!!!

Te mando toda mi fuerza para que sigas luchando como siempre para mejorar las cosas que te rodean y que pronto todo esto quede en el recuerdo como un terrible mal sueño... Un beso enorme desde tu casa de Barcelona!

La Princesa Caballero said...

gracias Anita preciosa, es muy fuerte pero acá estamos!!1 te extraño miles :)