Wednesday, March 17, 2010

Costa Rica: Pura Vida!

Receta para obtener PURA VIDA:
Mezcle en una coctelera un par de chilenos buena onda con unos cuantos pinche mexicanos. Agregue unos argentinos pasados a bife con un toque de paraguay, y deje por algunos minutos en baño maria junto a 1/4 de "tica" tuanis. Cuando este bien caliente, incorpore lentamente salsa de española y aliñe a gusto con condimentos colombianos. Explíquele nuevamente la receta a un guatemalteco, agregue mucho hielo y a gozar!



Las últimas 2 semanas me las pasé disfrutando de esta mágica receta, que me tuvo con pilas de recarga automática, sobreviviendo a las microfinanzas de día y dándolo todo al ritmo de la salsa de noche. Y aunque fue raro aterrizar en Costa Rica habiéndome escapado del terremoto, decidí desconectarme y dedicar el tiempo a reir, rumbear, tratar de entender el fondo de las microfinanzas y discutir acerca de los planes para cambiar el mundo, con personajes que de seguro tengo que haber conocido en alguna otra vida.

San José de Costa Rica es un poco extraño...es re caro (y el cambio es igual que el peso chileno con el dolar),el clima está medio loco y la mayoría de las casas tienen alambres y rejas de seguridad como si fuera un lugar mega peligroso, pero a parte de los taxistas que son unos desquiciados y manejan peor que monos con navajas, los "ticos" son super amables. Todo lo hacen "con mucho gusto"...eso sí, hay algunos saltones que si los haces enojar, se ponen violentos y te echan toda la carrocería encima (como los guardias del supuestamente buen hotel "Gran Costa Rica" o John de mi humilde y pulgoso hostal, que esperaba con un par de bates de beisbol y un policía, a un negro que le debía 1 mes de arriendo y que me hizo disfrutar en primera fila del ensayo de una peli mala de ghettos, que terminó con 2 amenazas serias, 3 huéspedes de patas en la calle y un cuarto que se fue por solidario...a la mañana siguiente parecía Hotel California!).
Por suerte los exaltados parecen ser pocos y los demás son "pura vida". No puedo decir que conocí mucho de la ciudad, pero si puedo contar la historia completa del bar Morasan o de los sucuchos que hay en El Pueblo (la del Key Largo prefiero reservármela)...y de lo mega valorado que es un Flor de Caña (o la cara de niños que nos vieron cuando pagamos U$85 por una botella).

Y como no mencionar el increible viaje a Manuel Antonio, cuando por temor a quedarnos dormidos(en realidad de puro fiesteros)y perder el bus, empalmamos con el resto del team a las 6 luego de una noche de cena-salsa-electronica-pelea con ticos-armado de mochilas medio mareados y desayuno de campeones. Qué relajo estar luego en una playa de arena blanca, de guata al sol y en la compañía de iguanas y monos; y compartir por la noche a la luz de la luna unas Imperial dentro de una piscina reservada sólo para nosotros (Juan Alberto, de verdad te extrañamos)...gracias Anita por los vasos!. O las corridas al día siguiente buscando al resto, después de haber buceado con tiburones y otros bichos de agua salada (la visibilidad eso si fue nefasta, obligada a volver más adelante).




Notable también las caras de todos por las mañanas luego de la rumba de la noche anterior. Eso si, reconozco que sacie mi necesidad de salsa y ritmos tropicales por un buen tiempo (aclaro que no me refiero al tipo rock&roll-cumbia villera saltada de los ticos, que es bastante extraña por decirlo menos), y agradezco las tremendísimas lecciones de baile de mis super parejas colombianas y mexicana (los italianos también le pusieron lo suyo)...de yapa agradezco también mi primera bachata, cortesía del dominicano :)
Que risas con las rondas de chistes (descontando claro los de melon y melames, que no salvan a nadie!), o con las clases de la gringa y lo colgadísimos que estábamos. Y la foto que le sacaron en vivo a Hanibal en una de sus actuaciones, buenísima!...o los coros de Asereje y la super dupla con Juanpa simulando a Carlos Baute, más moreno y bajito.

Me quedó el sabor del gallo pinto y el casado, los "tacos chinos" y los dulces de los coffe break. Buenísima la Pilsen y los cocos recién sacados del árbol; las pizzas reponedoras de las 4 am y los café de la esquina, que me permitían estar despierta por las mañanas.

Pero no todo fue fiesta y comida. La naturaleza de Costa Rica es increíble y el país puede cruzarse de punta a punta en 8 horas. El Tortuguero (aunque haya sido por el día) definitivamente quedó dentro de los lugares preciosos en los que he estado, y el encuentro cercano con el cocodrilo fue la guinda de la torta. Tanta vida salvaje y mortal se confunde con el verde profundo de la selva húmeda y la brisa que arrastran el mar y los canales...y la tranquilidad de los ticos con la que te dicen que "tienes una boa constrictor sobre la cabeza...no te muevas que te mata!"




Ah, entre medio también hubo clases, charlas, teorías, fundamentos y contradicciones sobre las microfinanzas y su rol en este mundo, pero por sobre todo intercambio de experiencia y buenas prácticas que se pueden importar y exportar, para llegar realmente a quienes las necesitan (la verdad es que el 80% fueron clases, aunque la balanza parezca cargada para el otro lado jaja). Volví confundida, que es lo que pretendían los profes, y con muchas ganas de adentrarme más en este mundo, así es que por lo menos conmigo lograron el objetivo :)



Pero de verdad de verdad, lo que más me queda son los nuevos amigos, indispensables para preparar el "Pura Vida" y a los que pese a haber conocido sólo 2 semanas, extrañaba como loca el domingo mientras paseaba sóla por las calles de San José.

PD: Compañeros, muchas gracias por las increíbles historias que compartimos. Me alegro haber llegado a Costa Rica y habérmelos topado en el camino...sepan que en Chile tienen su casa, aunque terremotee!!! PURA VIDAAAAAAAA :)

Monday, March 8, 2010

Cuando se mueve la tierra

Me acuerdo que despues de un rato mi mama me agarro del brazo y partimos donde el vecino, que tenia un patio grande, y con una hamaca improvisada, un par de mantas y una radio a pilas, esperamos literalmente a que la tierra se calmara mientras rezabamos para que la alerta de tsunami no fuera cierta. Yo tenia casi 4 años y a mi hermana le quedaban algunos meses para nacer.
Al dia siguiente, cuando volvimos a la casa todo estaba en el suelo, las paredes partidas en 2 y todo lo que podia haberse quebrado, en mil pedacitos. Mi viejo venia viajando al Tabo cuando se estremecio la tierra y tuvimos que esperar hasta el otro dia para comunicarnos y saber que todos estábamos bien...yo de lo que recuerdo estaba aterrada, sin entender muy bien por qué pasaban estas cosas. En Santiago mi casa era de madera y resistió bastante bien el movimiento, aunque la pared que nos separaba del vecino estaba en el suelo. Como nos permitía cambiarnos de casa con mi amigo de al lado, jugábamos felices entre las ruinas hasta que reconstruyeron la pared nuevamente...a esas alturas pensaba que el trauma había pasado.
Pero siempre le tuve miedo a los temblores, porque sabía que tarde o temprano se partiría nuevamente la tierra. Y aunque no soy fatalista, cuando tome la decisión de dar la vuelta al mundo me preocupaba el hecho de no estar cuando algo así pasara...

El sábado aquel bajé a desayunar tarde en el hostal que nos quedábamos, y me topé de casualidad a una chilena que me preguntó si había logrado comunicarme con Chile. Casi me muero cuando me dijo que había habido un terremoto de 8.8 esa madrugada...no sabía que hacer. La horrible sensación de estar lejos y no tener noticias, de no dimensionar la realidad, de no poder hacer nada...y estando tan cerca! (Buenos Aires queda ahí nomás considerando los lugares por los que anduve en el último año).
Y aunque gracias a internet supe que mi familia estaba bien, el hecho de saber que no volvería a Chile sino hasta 2 semanas después me tuvo y me tiene muy angustiada...pero que raro es como ocurren las cosas en esta vida. Si no hubiese estado en Argentina, no podría estar ahora en este curso de microfinanzas en Costa Rica, y por más que me empeñe en que yo debería estar en Chile ayudando a reconstruir el país, comienzo a pensar que tienen razón cuando me dicen que lo mejor es absorber todos los conocimientos que pueda y llevarlos luego a las 40.000 socias con las que trabajamos en mi institución. Pero es que no puedo dejar de pensar en que son justo ellas y ellos los más afectados, y yo aquí sólo leyendo mails que me hablan de lo desastrozo que fue y de la angustia que aún está en el aire.
Y que decir de nuestra isla Juan Fernandez querida...pensar que hace unos meses estábamos allá revolucionando el pueblo con nuestros cantos de quetzales y la alegría de todos los ruteros que se enamoraron de la isla. Comparar las fotos y ver que el tsunami se lo llevó todo es muy fuerte...y cómo no extrañar a Puntito, que debe estar en algún lugar del cielo con su sonrisa típica, mientras nosotros no entendemos cómo el mar que tanta vida les daba, arrasó con las ilusiones y las historias de 700 isleños.

(sigan el link sobre Puntito)
http://www.rutaquetzalbbva.com/TLRQ/index.php?id=50&no_cache=1&tx_ttnews[tt_news]=97&tx_ttnews[backPid]=40&cHash=bcb10ba7d9

Es difícil, y no se cómo explicar la impotencia que siento...mi país está devastado y si no fuera por el tipo de construcciones que hemos levantado con el tiempo, dada la magnitud del terremoto (que fue más fuerte que el de Haití) las consecuencias serían aún más lamentables.

En fin, necesitaba compartir estas reflexiones y juntar a la vez fuerzas para volver y encontrarme de frente con el desastre, saltarme el shock y agarrar con las 2 manos la pala, porque hay que levantar el país como ya lo están haciendo el Gobierno y miles de chilenos que no pierden ni un minuto cuando de solidaridad se trata...sin duda queda mucho por hacer.